San miguel de Ibarra, capital de la provincia de Imbabura, más conocida como “Ciudad Blanca” a la que siempre se vuelve, llamada así por sus hermosas fachadas, atrae a los turistas por que cuenta con una historia de una época incaica, además de su gente, sus magníficos paisajes, lugares, miradores, su multiculturalidad y claro su deliciosa gastronomía, sus dulces tradicionales y sus imponentes iglesias.
Al visitarla te traslada a conocer su historia colonial con su pasado español, sus templos católicos como la Catedral construida después del terremoto, La Basílica de La Merced con su estilo barroco y renacentista, La Basílica de La Dolorosa que fue reconstruida después de ser destrozada por el terremoto de 1987, estas con un altar cubierto de pan de oro; la esquina de coco una palmera que fue la única en quedarse en pie después de la catástrofe de 1868 y que fue la guía para construir la nueva ciudad, el majestuoso Centro Cultural el Cuartel, antiguo cuartel de infantería con su imponente construcción de ladrillo y piedra, estas son algunas de las reliquias históricas que ofrece al público en general y componen una Ibarra renovada.
Al recorrer las calles y parques principales más representativos de la ciudad te inspira un aire de tranquilidad y armonía, ofreciendo alimento a las palomas que viven a los alrededores te hace sentir en casa, descubrir la historia que se esconde detrás de cada árbol y cada monumento al saber cómo Ibarra se levanto de los escombros; es una ciudad pequeña pero muy acogedora, porque todo aquel que conoce la Ciudad Blanca se enamora de ella.